Un nuevo día comienza y me dirijo a uno de los lugares más extremos del planeta, el continente del futuro y la ciencia. Voy en búsqueda de aprender de la conexión que algún día unieron a la Antártica con la Patagonia hace más de 45 millones de años.

Hoy me dirijo hacia la Bahía Collins, ubicada aproximadamente a 25 minutos navegando al sureste en zodiac, desde la base de la Antártica Chilena “Profesor Julio Escudero”. Villa Las Estrellas, perteneciente a la Península Fildes en la isla Rey Jorge, nos espera con una imponente área glaciar de aproximadamente 12 km2 y una zona de ablación que se eleva a 120 metros sobre el nivel del mar, además de proyectarse hacia una zona de acumulación por sobre los 500 metros de altura.

Pudimos desembarcarnos en una isla central que permitió al glaciar brindarnos un increíble y seguro escenario, como si fuera un anfiteatro construido hace millones de años por el ir y venir de los hielos.
En la Antártica la mayor biodiversidad de especies vive y se desarrolla en áreas marinas, especialmente en bordes costeros e islas pequeñas, ya que sólo el 2% de la superficie está libre de hielo. Por ende, la vegetación es casi imperceptible, encontrándose solo dos tipos de plantas vasculares, Deschampcia y Clavel Antártico. También cuenta con más de 140 diferentes tipos de algas marinas y gran variedad de líquenes, musgos y briofitas, algunas de estas últimas con variadas descripciones.

Bahía Collins se destaca por ser un área de avistamiento de ballenas jorobadas, elefantes y lobos marinos y pingüinos antárticos como el Adelaida, Papua y el Barbijo. También se pueden observar grandes aves pelágicas como albatros y petreles que me hacen recordar la evolución de algunas especies provenientes de los terópodos y otros dinosaurios que existieron en la Antártica entre los períodos del Paleoceno y el Terciario (Cenozoico).

La isla Rey Jorge tiene una superficie de más de 1.100 km2, siendo la más grande de las Shetland del Sur. Nuestros hermanos argentinos la llaman “25 de mayo” y los científicos rusos la conocen como “isla Waterloo”. Fue descrita por primera vez por el navegante inglés, William Smith, cuando cruzó el mar de Drake en febrero de 1819.

El 16 de enero de 1820, Edward Bransfield acompañado por William Smith, tomaron posesión de la isla Rey Jorge en nombre del rey de Gran Bretaña e Irlanda, Jorge III.

Los quiero dejar invitado desde esta primera entrada, para seguir este
registro en donde exploraremos la naturaleza antártica, desde sus gigantescos glaciares hasta su gran variedad de flora y fauna.

Ubicación: https://goo.gl/maps/mKA2J6wRF5U2