Argentina, hogar de una porción significativa de los glaciares andinos, esas inmensas reservas de agua dulce que alimentan ríos y comunidades, se encuentra en una encrucijada peligrosa. La Ley Nacional de Glaciares (Ley N° 26.639), un instrumento legal que alguna vez se erigió como un hito en la protección ambiental, está siendo asediada por intereses económicos que amenazan con desmantelar sus fundamentos. Esta crónica busca arrojar luz sobre cómo la protección de los glaciares argentinos se está debilitando, poniendo en riesgo el futuro hídrico.

Un escudo legal bajo fuego constante

Cuando se promulgó en el año 2010, la Ley de Glaciares fue celebrada como una avanzada en la legislación ambiental global. Su propósito era claro: proteger los glaciares y el ambiente periglacial como reservas estratégicas de agua dulce y ecosistemas vitales. La ley prohibía actividades que alteren su condición natural, con un énfasis particular en la megaminería y la explotación de hidrocarburos en estas zonas tan sensibles. Era, y sigue siendo, una herramienta esencial para garantizar la disponibilidad de agua en un país con regiones áridas y semiáridas.

Sin embargo, la historia de esta ley ha sido una lucha constante. Desde el momento de su concepción, enfrentó presiones y un intento de veto y, a lo largo de los años, ha sido objeto de ataques sistemáticos y propuestas de modificación que buscan flexibilizar sus restricciones. El argumento recurrente, impulsado principalmente por el lobby minero, es que la ley frena el «desarrollo» y la «inversión».

Glaciar Piedras Blancas. Santa Cruz. Foto Dra. Laura Zalazar

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La estrategia de debilitamiento: decretos y cambios silenciosos

La alarma más reciente y preocupante surge de las evaluaciones y propuestas gubernamentales para modificar la Ley de Glaciares, incluso a través de decretos. Esta vía, la del decreto, permite sortear el debate legislativo profundo y acelerar cambios que, de otra forma, enfrentarían una fuerte resistencia. El objetivo es claro: ampliar las áreas disponibles para la explotación minera e hidrocarburífera, especialmente en el crucial ambiente periglacial.

El ambiente periglacial, a menudo olvidado en el debate público, es tan importante como los propios glaciares. Es la zona que rodea el hielo, donde el suelo se congela y descongela, regulando el flujo de agua y albergando ecosistemas únicos. Permitir la actividad extractiva en estas áreas no solo afecta indirectamente al glaciar, sino que también compromete la calidad y cantidad del agua que fluye de ellas.

Voces de alerta: la ciencia y la sociedad civil en resistencia

Ante este escenario, la respuesta de la comunidad científica, las organizaciones ambientalistas y sectores de la sociedad civil ha sido unánime: estas modificaciones son un peligro inminente y grave. Abogados ambientalistas advierten sobre una «contaminación irreversible» de los recursos hídricos. Científicos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), institución encargada del inventario de glaciares, han manifestado su profunda preocupación, destacando la importancia estratégica de la norma para la protección de un recurso tan vital.

Organizaciones como Greenpeace Argentina han estado en la primera línea de esta batalla, movilizándose con la consigna «¡Los glaciares no se tocan!» y denunciando que los intereses económicos están «viniendo por el agua». Su argumento es irrefutable: el agua dulce es un recurso finito y esencial, y su gestión no puede estar subordinada a la explotación minera de corto plazo.

Las consecuencias ineludibles: un futuro hídrico incierto

Las consecuencias de debilitar la Ley de Glaciares son profundas y alarmantes:

  • Riesgo de escasez hídrica: Al comprometer la salud de los glaciares y sus entornos, se pone en peligro la principal fuente de agua para consumo humano, agricultura e industria en vastas regiones del país, exacerbando los efectos del cambio climático.
  • Contaminación del agua: La megaminería implica el uso de sustancias químicas y la generación de residuos que pueden filtrar y contaminar las aguas glaciares y subterráneas, con impactos duraderos e irreversibles en los ecosistemas y la salud humana.
  • Daño ecosistémico: Los glaciares no son solo hielo; son parte de complejos ecosistemas que albergan biodiversidad única y cumplen funciones climáticas vitales. Su destrucción o degradación tiene un efecto cascada en todo el ambiente.
  • Precedente peligroso: Cada vez que se debilita una ley de protección ambiental bajo presión económica, se sienta un precedente que amenaza otras áreas naturales protegidas y la capacidad del Estado para regular y proteger sus recursos.

Javier Milei, presidente de Argentina / BBC Mundo

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La reforma de Milei

La iniciativa del presidente argentino Javier Milei de habilitar la minería en zonas cercanas a los glaciares de la Cordillera de los Andes ha provocado un rechazo inmediato por parte de organizaciones ambientalistas, que advierten que la propuesta pone en riesgo directo la seguridad hídrica del país. Según Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace, «Sin glaciares, no hay agua. Y sin agua, no hay futuro… Proteger estos cuerpos de hielo es proteger el agua que millones de personas necesitan para vivir hoy y mañana».

El anuncio de Milei de enviar al Congreso un proyecto que permitirá a las provincias decidir dónde habilitar actividades mineras tensiona la protección que actualmente otorga la Ley de Glaciares. De acuerdo con Greenpeace, la modificación buscada implicaría «desestimar la protección otorgada por la normativa original», exponiendo a los glaciares a un mayor riesgo de destrucción y contaminación. Rossi Serra advierte que «el retroceso ambiental que planteará esta modificación pondrá en riesgo el acceso al agua para millones de argentinos», recalcando que lo que se discutirá es «la entrega de las fuentes de agua de los argentinos».

El presidente justificó su propuesta señalando que la minería representa «grandes oportunidades para hacer negocios» y que tiene potencial de generar un millón de empleos. Asimismo, criticó a los defensores del medio ambiente al afirmar que «los ambientalistas prefieren que uno se muera de hambre, pero no tocar nada, con una actitud bien primitiva». Sin embargo, la Constitución argentina no solo reconoce la titularidad provincial de los recursos naturales, sino también la obligación de preservar los derechos ambientales.

Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) señalaron que «no podemos permitir que los intereses de las empresas privadas se sobrepongan frente a las fuentes de vida de todos los argentinos». La organización recuerda que las actividades mineras en ambientes glaciares representan una amenaza directa para las reservas de agua, alertando que ya en 2016 el propio Estado admitió la existencia de 44 proyectos mineros en ambiente periglacial, cifra que probablemente sea hoy mucho mayor debido al explosivo aumento de inversiones en el sector.

Relajar las protecciones ambientales en favor de intereses extractivos no solo supone un retroceso normativo, sino que compromete un recurso esencial y no renovable. La defensa de los glaciares no es una postura ideológica: es una condición mínima para asegurar el acceso al agua y la supervivencia de las generaciones presentes y futuras.

Glaciar Upsala, Parque Nacional Los Glaciares © Martin Katz / Greenpeace

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Un llamado urgente a la protección de los glaciares

La situación actual en Argentina es un llamado de atención para toda la región. La protección de los glaciares no es un capricho ambientalista, sino una política de Estado fundamental para la seguridad hídrica y la sostenibilidad de la nación. Las acciones que buscan flexibilizar o anular la Ley de Glaciares son un grave error que prioriza la ganancia económica a corto plazo sobre la vida y el bienestar de las futuras generaciones.

Es imperativo que el gobierno argentino reconsidere estas propuestas y, en cambio, fortalezca la Ley de Glaciares. La sociedad civil, la ciencia y las comunidades deben continuar alzando su voz para asegurar que el agua, ese recurso invaluable que brota de nuestros glaciares, sea protegido con la seriedad y el compromiso que merece. El futuro del agua en Argentina depende de ello.

Como Fundación Glaciares Chilenos, observamos esta situación como un precedente de lo que no debemos permitir que ocurra en nuestro país. En medio de un proceso electoral presidencial (y tras la reciente renovación parcial de los parlamentarios) nos preocupa profundamente que los resultados puedan conducirnos hacia un modelo que replique las políticas impulsadas por el gobierno de Milei.

El ascenso de la ultraderecha no es solo un debate político: es también un debate ambiental. Estas visiones ponen en riesgo derechos sociales y ambientales que han sido conquistados con décadas de esfuerzo, articulación y participación ciudadana.

Los glaciares, los ecosistemas y las comunidades dependen de decisiones responsables y de un compromiso real con la protección del territorio.

No permitamos que Chile, ni sus glaciares, enfrenten el mismo destino.

Campaña «Salvemos Los Glaciares» / Greenpeace

Bibliografía

  • La Ley de Glaciares en riesgo de extinción – TIERRAVIVA
  • La Ley de Glaciares y las disputas por la megaminería – AGRONOMÍA INFORMA
  • Glaciares – Ley simple – Argentina.gob.ar 
  • Ley Nacional de Glaciares – Argentina.gob.ar 
  • Ley de Glaciares: qué protege y por qué está en la mira del Gobierno – Economía Sustentable
  • Alarma por un inminente decreto para modificar la Ley de Glaciares: “Vienen por el agua, es un hecho” – Greenpeace Argentina
  • LA HISTORIA DE GREENPEACE CON LA LEY DE GLACIARES: “¡Los glaciares no se tocan!” – Greenpeace Argentina
  • Ley de Glaciares, en la mira: el Gobierno evalúa cambios en la normativa que ya ponen en alerta a los ambientalistas – La Nación
  • «RECHAZAN EL RETROCESO AMBIENTAL Ley de Glaciares: alertan que el decreto presidencial permitirá la “contaminación irreversible” de los recursos hídricos» – Medios UNNE
  • «El Gobierno modificará por decreto la Ley de Glaciares para ampliar las áreas de explotación» – TN
  • «Otra vez el Gobierno busca modificar la ley que protege a los glaciares» – Unidiversidad
  • «Polémica ambiental: el Gobierno modifica por decreto la Ley de Glaciares y habilita la explotación en zonas protegidas» – Zona Norte Hoy
  • Idea de Javier Milei de permitir la minería muy cerca de milenarios glaciares levanta las alertas en Argentina – ElDesconcierto
  • Greenpeace rechaza el intento de modificar la Ley de Glaciares: “Es un ataque directo al agua de los argentinos” – Greenpeace
  • Ambientalistas rechazan la iniciativa de Milei para permitir la minería cerca de glaciares – EFE

Imagen destacada: Glaciar Perito Moreno. Patagonia argentina- © Daniel Beltrá / Greenpeace.