Los glaciares se originan al acumularse la nieve caída en los fondos y laderas de los valles, en zonas de alta montaña. El grosor de la masa de hielo puede alcanzar grandes proporciones, si la nieve perdida en los deshielos es menor a la que se acumula durante las nevadas. Su masa compacta se genera porque cada nevada comprime las nieves caídas en tormentas preexistentes. Si el calor no logra fusionar el hielo, éste va haciéndose más grueso y comienza a desplazarse hacia el fondo del valle, desplazando las rocas salientes que encuentra a su paso.

El glaciar los perros se encuentra inmerso dentro del Parque Nacional Torres del Paine, específicamente en el tramo del circuito macizo Paine o popularmente conocido como la »O», es el primer glaciar que se puede apreciar junto a su laguna en este trayecto y es posible ver al tercer día de caminata. Lo que se dice sobre el origen de su nombre se debe a que antiguamente en las expediciones realizadas por Jhon Garner y Oscar Guineo era habitual ver perros de naturaleza salvajes que frecuentaban este sector. Su origen desemboca desde el cordón montañoso del glaciar Olguín, lo que le entrega esa característica forma proveniente de montaña similar a un ventisquero.

El Parque Nacional Torres del Paine desde su creación ha sufrido cambios tanto en su paisaje, organización y dimensiones, es por eso que en el año 1970 un nuevo decreto amplió en 11.000 hectáreas la superficie del parque, añadiendo por un lado el valle del Francés, incluido su circo glaciar y sus montañas, y por otro el valle del río Perros dando así paso a la formación y consolidación del Circuito macizo Paine 6 años más tarde.

Hielo milenario en laguna glaciar los Perros.

Así como la mayoría de nuestros glaciares, éste también se encuentra en retroceso, por eso es posible ver en su laguna pequeños témpanos de hielos milenarios, ya que son de un blanco intenso, indicando la cantidad de oxígeno comprimido que tiene en su interior, mientras más blanco sea el hielo más antigüedad posee.

Foto comparativa, la de arriba corresponde al presente año, mientras que la segunda data del año 1994 (la segunda foto es tomada por Andrés Figueroa Zurita)

Acá queda claro el gran retroceso de este icónico y conocido glaciar, se aprecia un crecimiento notorio en su laguna y disminución apreciable a la vista de la masa de hielo, algo similar pasa con los glaciares que desembocan sus aguas en el mar, aumenta el volumen de los distintos océanos . No solo son consecuencias negativas del derretimiento de estos legendarios guardianes de agua dulce ya que la gran cantidad de minerales impulsa el crecimiento de grandes cantidades de fitoplancton atrayendo a grandes cetáceos a nuestras costas y logrando hermosos avistamientos de estos.

La lucha por la conservación de estas reliquias debe sumar cada vez más adeptos para que podamos dejar un legado a las futuras generaciones y entender su importancia en el ecosistema como en nuestras vidas.