El negacionismo climático plantea una interrogante crítica: 

¿Estamos negando nuestra propia existencia? 

 

Este fenómeno controvertido desafía la realidad del cambio climático y sus consecuencias. La falta de conocimiento, los intereses económicos y la politización del tema son factores clave que impulsan esta negación. A pesar de la abrumadora evidencia científica, algunos individuos, incluso personas comunes, se resisten a aceptar la gravedad del problema.

A pesar de la oposición persistente, la evidencia científica respalda de manera contundente la existencia del calentamiento global. Organismos como el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) han dejado claro que el fenómeno es innegable. Además, se estima con un grado de certeza superior al 95% que la actividad humana es la principal causa de este calentamiento.

Según el análisis más reciente del Goddard Institute for Space Studies (GISS), afiliado a la NASA, la temperatura promedio global de la Tierra ha aumentado al menos 1,1ºC desde 1880. El cambio más significativo se ha producido a partir de 1975, con un aumento de entre 0,15ºC y 0,20°C por década. Estos datos resaltan la aceleración preocupante del calentamiento del planeta en las últimas décadas.

A pesar de las evidencias presentadas, aún persisten los negacionistas climáticos. Algunos se expresan en las redes sociales, mientras que otros ocupan cargos políticos en ciertos parlamentos alrededor del mundo. La pregunta es, ¿Por qué hay quienes siguen sin creer en el calentamiento global?

Una manifestación negacionista en Canberra, Australia / ©T. Blackwood.

 

a. Negacionismo, escepticismo y la inacción como resistencias al cambio climático

 

El negacionismo, el escepticismo y el contrarianismo climático, así como la falta de acción, son comportamientos reactivos frente al calentamiento global. En las traducciones al español de la literatura anglosajona, a menudo se utiliza el término «contrarios climáticos» para referirse a aquellos que cuestionan de manera hostil las evidencias científicas y a los investigadores reconocidos en el campo del cambio climático. Estos individuos suelen recibir un importante respaldo financiero de corporaciones de la industria de los combustibles fósiles y de expertos con ideologías conservadoras.

Aunque los términos anglosajones «denier», «skeptic» y «contrarian» se han vuelto intercambiables, el uso del término «escéptico» genera rechazo en este contexto debido a que el escepticismo es parte integral de la investigación científica. En cambio, se prefiere utilizar la denominación de «contrarios climáticos». Sin embargo, es innegable que, bajo diferentes etiquetas, los escépticos, negacionistas y contrarios climáticos han logrado obtener notoriedad en los debates científicos, políticos y en la esfera pública, a menudo presentándose como intelectuales.

 

Estas actitudes de rechazo al calentamiento global son perjudiciales, ya que su objetivo principal es sembrar dudas y ocultar la verdad, impidiendo la toma de acciones necesarias. La negación del problema climático es el origen de la inacción, retrasando medidas efectivas a nivel global. Lo más preocupante es el daño que se causa a las futuras generaciones y a las personas de países en desarrollo, que carecen de influencia, recursos y acceso a la información necesaria para tomar medidas preventivas.

Este polémico documental «The Great Global Warming Swindle» (La gran estafa del calentamiento global)  dirigido por Martin Durkin en el 2007, sugiere que la opinión científica sobre el cambio climático antropogénico es influenciada por factores financieros y políticos, cuestionando si en realidad existe un consenso sobre el calentamiento global provocado por el hombre, un ejemplo de negacionismo climático auspiciado y abiertamente difundido en plataformas públicas como el Channel 4 de Reino Unido.

 

b. Rompiendo el Repertorio Negacionista del Cambio Climático

 

Los negacionistas argumentan que el cambio climático es un proceso natural y que el CO2 tiene un impacto mínimo en la atmósfera. También acusan a los científicos de participar en una conspiración global para manipular datos y utilizar marcos analíticos provisionales y poco confiables. Estos argumentos ad hominem (falacia que da por sentada una falsedad de una afirmación tomando como argumento a su propio emisor) buscan desacreditar la autoridad de los científicos.

Detrás del discurso negacionista se encuentran diversos intereses, actores y estrategias destinados a debilitar el mensaje sobre el calentamiento global. Las nuevas tecnologías, como las redes sociales y los blogs, facilitan la difusión de campañas impulsadas por escépticos y negacionistas que cuentan con un respaldo financiero y una organización eficiente. La negación científica implica rechazar el consenso científico sobre el calentamiento global y el papel de los seres humanos en el cambio climático.

La discusión científica sobre el calentamiento global se ha trasladado al ámbito político de manera desfavorable para los defensores del cambio climático. El contexto negacionista ha logrado efectivamente bloquear las acciones políticas, lo que resulta en una parálisis en los intentos por implementar políticas públicas para abordar el calentamiento global.

Manifestantes fingen reanimar al planeta Tierra con un límite de calentamiento global de 1,5 grados durante la cumbre COP27 de la ONU / ©Peter Dejong.

 

c. La estrategia (des)informativa

 

La desinformación ha despertado preocupación al detectarse una narrativa emergente que busca desacreditar el cambio climático. Se identificaron movimientos organizados que niegan las evidencias científicas y tienen vínculos con corporaciones de combustibles fósiles, expertos y políticos conservadores, grupos en redes sociales y lobbies. Estos movimientos adoptaron la estrategia de sembrar incertidumbre con el objetivo de generar escepticismo.

La campaña organizada de negación climática ha logrado éxito al contar con amplios recursos financieros y convencer a políticos y parte de la ciudadanía de que las acciones humanas no son responsables del calentamiento global. Esto lleva a la conclusión de que la industria de la negación es una de las razones que contribuyen a la falta de acción frente al cambio climático.

Durante años, los negacionistas han recibido una atención mediática destacada en comparación con los defensores del cambio climático, lo que ha generado confusión en la opinión pública y ha ralentizado los esfuerzos para combatir el calentamiento global. Estas voces negacionistas se han unido en la esfera de la comunicación política y científica, obteniendo una gran visibilidad, reconocimiento público y una organización meticulosa en los medios, lo que ha amplificado su impacto en las redes sociales.

La desinformación está relacionada con las Fake News y la posverdad. Esta estrategia consiste en difundir intencionalmente información no rigurosa con el objetivo de distorsionar la realidad, moldear la opinión pública, influir en las actitudes sociales y desestabilizar el consenso. La desinformación tiene un impacto emocional negativo y tóxico, y busca denigrar y desacreditar un objetivo específico.

Conclusiones Finales

 

El negacionismo climático ha tenido un impacto significativo en diversos ámbitos de la sociedad. Sus efectos se han manifestado en la ciudadanía, donde la confusión generada ha ralentizado la acción contra el cambio climático. Asimismo, en el ámbito político, se ha suscitado un debate polarizado que ha dificultado la implementación de políticas efectivas para hacer frente a este desafío global.

Las redes sociales y los medios de comunicación han desempeñado un papel fundamental en la difusión de narrativas negacionistas, otorgándoles una visibilidad y reconocimiento que no han recibido en la misma medida las voces científicas y defensoras del cambio climático. Esta situación ha contribuido a generar confusión en la opinión pública y ha amplificado el impacto de la desinformación.

Ante esta realidad, es crucial que como ciudadanos estemos informados y seamos críticos con la información que consumimos. Debemos buscar fuentes confiables y respaldadas por la comunidad científica para entender y abordar adecuadamente el cambio climático. Además, es necesario fomentar la participación ciudadana en la definición de políticas públicas medioambientales, promoviendo enfoques humanísticos que integren preocupaciones éticas, sociales y ambientales.

Fundación Glaciares Chilenos hacemos un llamado por sobre todo a los paneles políticos a tomar conciencia de la importancia del cambio climático y a asumir un compromiso activo en la adopción de medidas colectivas para mitigar sus efectos, también hacemos un llamado a la ciudadanía a exigir a los principales tomadores de decisiones a impulsar acciones concretas que contribuyan a preservar nuestro planeta para las generaciones presentes y futuras. Es responsabilidad de todos actuar en pro del cuidado del medio ambiente y trabajar en la construcción de un futuro sostenible para todos.

 

Bibliografía:

  • El Cambio Climático: Negacionismo, Escepticismo y Desinformación. Link
  • ¿Por qué existen los Negacionistas Climáticos? Link
  • Apóstoles del negacionismo. Link 
  • La maquinaria de la Postergación, el nuevo negacionismo del cambio climático. Link