A raíz del día Mundial de los océanos, el pasado 8 de junio del 2023, Patagonia Films estrenó de manera gratuita y digital su más reciente documental, “Corazón Salado” de la mano del director chileno Daniel Casado, quien ya ha desarrollado anteriormente proyectos audiovisuales para el equipo de Patagonia films, y trae a la pantalla esta conmovedora pieza que nos adentra en la lucha del pueblo Kawésqar por mantener y preservar las aguas que durante generaciones han sido el sustento y parte de la cultura intrínseca de una de las pocas tribus nómadas que habitan el territorio nacional y de las cuales aún quedan tesoros humanos vivos.

Dicha lucha se desarrolla en el corazón de la Patagonia chilena, en específico en la Reserva Nacional Kawésqar, comprendida entre los archipiélagos occidentales de las provincias de Última Esperanza y Magallanes ubicada en la región homónima a esta última.  La reserva cuenta con protección terrestre pero no contempla la zona marítima, siendo esta la manzana de la discordia en esta contienda entre una reducida y frágil comunidad Kawésqar y una industria salmonera que parece ser infranqueable.

El argumento gira en torno a Ramón Navarro, un reconocido surfista que desde muy temprano formó una profunda conexión con el mar, buceando y pescando con su padre que se dedica a este oficio. Ramón comparte este lazo con el mar con Leticia Caro, quien al igual que él también heredó un profundo entendimiento marino de su padre, Reinaldo Caro, ambos descendientes de la tribu nómada Kawésqar, que antes de la colonización surcaban libres el mar como una extensión inherente de sus cuerpos. El documental, une las vivencias de dos protagonistas aparentemente opuestos pero a la vez con importantes similitudes como la de hablar el mismo idioma, la lengua del océano y la inquietud de protección del mar como forma de retribución, Ramón y Leticia heredaron el mismo Corazón Salado.

La cinta no es estridente cinematográficamente, ni ha de quitar el aliento frente a la inmensidad natural o un basto océano en el que debemos sumergirnos o arrodillarnos, este documental no tiene un gran atractivo visual ni tampoco un guión meticulosamente abordado, y es que el metraje, en mi opinión, no tiene la intención de llevarnos de paseo por la Patagonia, sino que nos transporta sin rodeos a un campo de batalla, centrando el foco y la atención espectadora en el argumento principal de esta contienda. 

A través de los lentes de la verdad, podemos ver los estragos de la industria de la salmonicultura sobre un ecosistema delicado bajo coacción, en el cual las piscifactorías traen el caos y la angustia en toda una comunidad que por siglos ha comprendido y respetado el territorio marino, desde la perspectiva de la coexistencia; como fuente de alimentos, de oficios, de ocio y de cultura. La Reserva Nacional Kawésqar, es una zona terrestre protegida por el estado de Chile, es considerada un área prístina dedicada a la conservación, pero de manera contraproducente la zona marítima de este territorio, carece en absoluto de protección y es una zona actualmente depredada por grandes salmoneras.   

Infestaciones de piojos de mar, parasitos, antibióticos y químicos estrangulan el tejido mismo de la vida marina. La contaminación persistente en uno de los emblemas naturales de la Patagonia y del mundo, reflejan la inconsciencia inconmensurable de un Estado negligente y una industria nociva que contempla un único legado a los habitantes y al ecosistema, un vasto desierto marino, un cancer que todo lo pudre.

A continuación te dejamos con la cinta «Corazón Salado» de Patagonia Films.